Entrevista a Sergio Tirado, vicepresidente de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) y experto en Pobreza Energética
Sergio Tirado Herrero
Vicepresidente de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) y experto en Pobreza Energética
«El desarrollo de tecnologías NZEB, para edificios de consumo casi nulo, incluido el aislamiento, es muy importante para avanzar hacia un parque de vivienda descarbonizado, pero el factor crítico es quién se beneficia y puede acceder a esas tecnologías.»
Desde el 17 al 22 de febrero se celebra la semana europea de la lucha contra la pobreza energética, que tiene como objetivo visibilizar la problemática de la pobreza energética y proponer soluciones para erradicarla.
¿Cuál es vuestra valoración de los datos publicados sobre la incidencia de la pobreza energética en la última actualización publicada por el Gobierno con datos de 2020?
Disponer de estadísticas oficiales de pobreza energética desde 2019 es muy importante para el reconocimiento de la problemática y evidencia que por fin es un tema sobre el que las Administraciones públicas tienen que responder (aunque muchos otros actores son también responsables).
Vuelven a señalar que una parte significativa (aunque minoritaria) de la población española experimenta condiciones de pobreza energética en su día a día. Los indicadores recogen de forma individualizada cada una de las realidades que recogen estos indicadores. Un estudio que analizase el porcentaje de población afectada por alguna o varias de estas condiciones daría probablemente un nivel de incidencia de más del 20% de la población española, como decíamos en nuestro informe de 2018.
Se registran valores históricos en los indicadores de la Encuesta de Condiciones de Vida de temperaturas inadecuadas y retraso en el pago de facturas de 2020. Entre 2019 y 2020 aumentó un 50% (aprox.) el número de hogares que no podían mantener su vivienda a una temperatura adecuada o tenían retrasos en gastos de la vivienda.
No obstante, los indicadores de la Estrategia Nacional de Pobreza Energética son incompletos porque no registran, por ejemplo, el porcentaje de hogares que perdieron su fuente habitual de energía por dificultades económicas del hogar.
¿Ha podido afectar la pandemia, sobre todo en los meses de confinamiento, a estos datos?
Seguramente que sí, por estar más tiempo en casa y por el desplome de los salarios (más o menos temporal). Lo que dice el último informe de la Cátedra de Energía y Pobreza es que el escudo social ha permitido a las familias mantener niveles de consumo pero que la moratoria de desconexiones ha aumentado el endeudamiento por facturas impagadas.
En el estudio que realizó ACA en 2018 se recogía una primera aproximación de la eficacia del Bono Social Eléctrico, ¿cómo creéis que ha evolucionado desde entonces esta herramienta? ¿El Gobierno podría articular otras acciones para minimizar el impacto de la pobreza energética?
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publica datos de beneficiarios del bono social. Probablemente no ha aumentado drásticamente el número de beneficiarios, que seguro que está por debajo del potencial total, por razones conocidas (falta de información, dificultades para solicitarlo, etc.).
En este sentido, el Gobierno puede hacer más: la Estrategia Nacional de Pobreza Energética marca el camino y necesita ser desarrollada. Por ejemplo, la automatización del bono social.
Con los precios actuales de la electricidad y el gas disparados, ¿de realizarse este informe con los datos de 2021, cuál pensáis que sería el escenario?
Probablemente, esté teniendo un impacto y se verá reflejado en los indicadores y estadísticas de pobreza energética y de gasto en energía doméstica cuando haya datos disponibles.
Los impactos son desiguales: mientras que el PVPC (electricidad) refleja variaciones inmediatas, la TUR del gas protege frente por ejemplo a comunidades con calefacción centralizada que están sufriendo el aumento del precio más directamente.
Se exacerban formas de vulnerabilidad preexistentes relacionadas con calefacción eléctrica. El aumento del bono social al 60-70% y la reducción del IVA y la eliminación (temporal) del impuesto de la electricidad se hacen notar también.
Con la llegada de los fondos Next Generation y su aplicación para la rehabilitación energética de edificios, ¿qué actuaciones se deberían de realizar principalmente para reducir la demanda de energía? ¿El aislamiento sería una de ellas?
El desarrollo de tecnologías NZEB, para edificios de consumo casi nulo, incluido el aislamiento, es muy importante para avanzar hacia un parque de vivienda descarbonizado, pero el factor crítico es quién se beneficia y puede acceder a esas tecnologías. Aquí me remito al documento de la Alianza para una Rehabilitación sin dejar a nadie atrás que firma ACA: los planes y programas que ha habido hasta la fecha han excluido a las familias en situación de vulnerabilidad debido a numerosas barreras de acceso (financiación, propiedad de la vivienda, conocimiento, incompatibilidad con otras ayudas, información escasa y/o inadecuada del acceso a las ayudas existentes, etc.). Estos programas tampoco han contribuido a mejorar la asequibilidad de las viviendas rehabilitadas y el acceso a las mismas. Con la llegada de los fondos europeos nos encontramos en un momento muy importante para revertir esta situación e impulsar una transformación justa y social del parque de viviendas. Por lo tanto, es el momento de establecer las bases para que estos planes y leyes prioricen los hogares en situación de vulnerabilidad, en línea con el compromiso de la Estrategia Europea “Renovation Wave” de no dejar a nadie atrás.
Asimismo, el precio de la vivienda sobre todo en las circunstancias actuales es un factor de tensión social serio sobre todo en áreas urbanas en expansión como es en las grandes ciudades europeas como Madrid. El precio de la vivienda segrega socio-espacialmente de forma muy acusada (el contraejemplo lo tenemos en Viena). Los efectos de la rehabilitación sobre precios de la vivienda deben ser observados con mucha atención.
La descarbonización de los edificios pasa únicamente por la electrificación del sector, ¿o son términos indistintos: descarbonizar y electrificar?
Son distintos, la electrificación es una de las opciones de la descarbonización pero no la única. La eliminación de combustibles fósiles para calor doméstico y progresiva sustitución por electrificación en calefacción y ACS puede ser problemática porque la electricidad es de momento más cara que el gas natural (o butano) y además la experiencia nos dice que los contratos y tarifas no siempre están ajustados a las necesidades de los hogares vulnerables (falta de bono social, potencias contratadas excesivas, servicios adicionales innecesarios). Las bombas de calor con altos factores de eficiencia es, a día de hoy, una tecnología apropiada.