Supafil desde el punto de vista térmico
Paula Serrano Yuste
Arquitecta
El insuflado de lana mineral Supafil 034 desde el punto de vista térmico
Un alto porcentaje del parque edificatorio en España (58%) no fue diseñado ni construido con criterios de eficiencia energética, y actualmente necesita ser rehabilitado: son inmuebles con baja calificación energética: G, F, ó E en el mejor de los casos, y que pierden demasiada energía a través de su envolvente térmica -mi experiencia como arquitecta especializada en certificación energética, me ha permitido comprobar esta realidad. Añadir aislamiento térmico, o mejorar el existente, es una solución efectiva: disminuye la transmitancia térmica de la envolvente, reduce la demanda energética, y de paso se obtienen espacios más confortables y saludables.
Existen diversas opciones que resuelven la falta de aislamiento térmico, y la elección de la solución más adecuada, dependerá de su viabilidad técnica y económica. El insuflado de aislamiento en cámara es una solución adecuada cuando nos encontramos con cámaras de aire vacías en cerramientos exteriores, y en los que no se puede colocar el aislamiento sobre la cara exterior del mismo (fachadas protegidas en las que no se puede alterar su estética). Además es una solución que no consume superficie útil interior del inmueble, no modifica el aspecto exterior de las fachadas del edificio, y se puede aplicar de manera independiente, en una vivienda en un bloque residencial, si el resto unidades no van a ser rehabilitadas.
La lana mineral, en este caso Supafil 034, se caracteriza por su baja conductividad térmica (λ = 0,034W/Mk), por lo que se pueden conseguir valores de resistencia térmica interesantes, en función del espesor de la cavidad a rellenar:
Por poner un ejemplo cuantificable: un cerramiento exterior sin aislamiento térmico, formado por una hoja exterior de ladrillo perforado caravista de medio pie, cámara de 10 cm, trasdosado de ladrillo hueco de 4 cm, y enlucido interior de yeso, tiene una resistencia térmica de 0,48 m²K/W. El valor de dicha resistencia térmica aumenta a 3,24 m²K/W, insuflando lana mineral Supafil 034** hasta rellenar la cámara existente, consiguiendo un ahorro del 20,4%* en demanda de calefacción en invierno, y de 39,8%* en refrigeración en verano, para una vivienda individual situada en Madrid –zona climática D3-, de 59 m² de superficie, y con gran superficie de cerramiento exterior: 91 m² descontados los huecos.
Por contra, aunque la mejora del comportamiento energético de los cerramientos es notable, el insuflado de aislamiento en cámara no resuelve los puentes térmicos, debido a la tipología constructiva de muro de doble hoja en España, por lo que será necesario llevar a cabo medidas complementarias para reducir el valor de la transmitancia térmica lineal en pilares de fachada, dinteles, contornos de huecos, cajas de persiana y encuentros con forjados, suelos y cubiertas.
Al ser un material permeable al paso del vapor de agua, Supafil 034 reduce el riesgo de condensaciones intersticiales, y por tanto de patologías relacionadas con la presencia de humedades, que pueden reducir las prestaciones térmicas o la vida útil del elemento constructivo, cumpliendo así con una de las exigencias que establece la nueva redacción del Documento Básico HE en su sección HE2, apartado 2.1.3.
También es un material resistente a la humedad (no hidrófilo ni higroscópico) y actúa como barrera evitando su filtración. El Documento Básico HS en su Sección HS1, considera barrera de resistencia media a la filtración, la existencia de aislante no hidrófilo colocado en la cara interior de la hoja principal (B1).
Finalmente, desde el punto de vista de la seguridad en caso de incendio, este tipo de lana mineral, está clasificado como Euroclase A1, es decir, que no colabora en ninguna fase del incendio. El Documento Básico SI en su sección S1, exige una clasificación al fuego igual o superior a B ó C, según la zona donde se encuentre el elemento constructivo (paredes y techos), incluso para aquellos materiales que constituyan una capa contenida en su interior, y no estén protegidos por una capa que sea EI30 como mínimo (por ejemplo, un trasdosado de fachada, compuesto por una hoja de ladrillo hueco de 7 cm de espesor, enlucido sólo por la cara expuesta). De ahí la importancia de la clasificación de resistencia al fuego del aislante.
Planteamiento de la intervención
Es un tipo de obra que se puede ejecutar tanto desde el interior del edificio, como desde el exterior, siendo esta última opción la más ventajosa, ya que genera menos molestias al usuario.
Cuando se insufla aislamiento desde el exterior en bloques de vivienda, se puede aprovechar la intervención, para acometer la mejora de conservación de las fachadas: reparar grietas, eliminar humedades, eflorescencias, pintar, etc., aprovechando así los andamios. Por otro lado, si se insufla desde el interior, se puede actuar en una sola vivienda, sin la necesidad de tener el consentimiento del resto de la comunidad de vecinos.
El insuflado de lana en cavidades, consiste en una obra rápida y sencilla, ya que en pocas horas puede quedar aislada la envolvente de una vivienda. Se practican las perforaciones, se insufla a través de ellas el material aislante, y finalmente se reparan.
Proceso de ejecución del insuflado
El sistema de insuflado de aislamiento térmico, empieza con el análisis de la cavidad existente mediante el empleo de una cámara endoscópica. Hay que determinar el espesor y su continuidad. En el caso de contar con espesores inferiores a 4 cm, será necesario plantear otra alternativa. Si la cámara contiene instalaciones habrá que conocer su trazado para evitar daños en las mismas, durante la fase de realización de las perforaciones, para el posterior insuflado de Supafil 034. También será necesario revisar el estado superficial de la fachada, y reparar las fisuras y grietas existentes. Una vez calculado el volumen a rellenar y a partir de la densidad óptima del aislante prescrito por el fabricante, se calcula la cantidad necesaria de aislamiento para realizar la rehabilitación energética.
Durante la ejecución de la obra, debe utilizarse la cámara endoscópica y/o opcionalmente la Termografía como método de control, para comprobar que el aislante ocupa la totalidad de la cámara existente, garantizando su continuidad. La lana insuflada no provoca coqueras, y rellena el total de la cavidad. Los ensayos así lo demuestran. Por otro lado, se debe emplear equipos mecánicos especiales, y por parte de profesionales especializados y reconocidos por Knauf Insulation.
Si quieres conocer el proceso completo de instalación, visita http://www.supafil.es/instalacion.
El insuflado de aislamiento con lana mineral desde el punto de vista económico
Como he comentado anteriormente, las obras de rehabilitación para la mejora del estado de conservación de las fachadas en edificios de viviendas, pueden ser una buena oportunidad para insuflar lana mineral Supafil 034. La experiencia de Knauf Insulation en la ejecución de este sistema de rehabilitación energética en edificios, confirma que se pueden obtener ahorros económicos mes a mes en la factura energética de cada una de las viviendas, amortizando así la inversión inicial en un período de tiempo no superior a 5 años. En el ejemplo planteado al principio de este artículo, la reducción de la demanda de calefacción al insuflar lana mineral Supafil 034, se traduce en un ahorro económico de 394 euros el primer año, 588 euros a partir del año 15, y un total de 25.756 euros al cabo de 50 años; la inversión efectivamente, se recuperaría en 4,85 años*.
Autoría: Paula Serrano Yuste. Arquitecta Postgrado en Calificación y Certificación Energética de Edificios: estándares europeos y certificación LEED. LEED Green Associate accredited professional.
*valores calculados con el programa CE3X para una vivienda en Madrid, zona D3, del año 1958 y de 59 m² de superficie y 91 m² de cerramiento (descontados los huecos).