El Análisis de Ciclo de Vida en la edificación sostenible (parte I)
Josep Bové
Resp. Técnico en Sostenibilidad de Knauf Insulation (Arquitecto técnico)
La importancia del Análisis del Ciclo de Vida (ACV) en el futuro de la industria de los edificios sostenibles
Una entrevista con Vicent Briard, el Director de Sostenibilidad de Knauf Insulation
Hoy en día el mercado busca una clara y sencilla manera de evaluar lo “verde” o eco-friendly de los edificios. Con la complejidad de la “cadena de construcción” esto se convierte en un problema difícil de solventar. El ACV se menciona cada vez más como el camino a seguir.
Para este post, hablamos con Vincent Briard, el Director de Sostenibilidad de Knauf Insulation, a cerca de la importancia del ACV, un tema que realmente tiene interiorizado y que espera que la cadena de construcción incorpore en breve.
Este post es el primero de los tres artículos en los que reflexionaremos con Vicent Briard sobre el ACV. Nuestra intención es explicar de la mano de un experto no sólo en qué consiste, sino aclarar conceptos que muchas veces son difusos incluso para los profesionales del sector.
Vincent, ¿podrías definir “Análisis de Ciclo de Vida”?
A pesar de que el ACV se ha utilizado en otras industrias, como la automotriz, alimentaria, y productos de consumo cotidiano, es relativamente nuevo en el sector de la construcción. El ACV es el método o herramienta utilizada para entender el impacto real de un producto, proceso, servicio y edificio.
El ciclo de vida abarca desde la extracción de materias primas y procesado de materiales, hasta la fabricación, posiblemente distribución, uso, reparación y mantenimiento y finalmente, la eliminación o reciclado. Durante cada etapa del ciclo de vida, ACV utiliza una selección de parámetros para cuantificar el impacto ambiental.
¿Y por qué es interesante para la industria de la construcción?
ACV es un método estandarizado, lo que significa que crea referencias comunes. Al elegir entre diferentes productos de un edificio, estas referencias comunes nos permiten comparar el impacto ambiental, y finalmente, elegir la mejor opción.
Pero hay más, también nos permite agregar los resultados del nivel del producto en el Sistema de construcción o nivel del edificio. Ésta es una gran ventaja para la industria de la construcción, ya que, como es sabido, la mayoría de los productos de la construcción son sólo un elemento de un sistema más complejo, que interactúa y compone un conjunto.
Si tomamos una fachada como ejemplo, lo que tenemos que tener en cuenta es la combinación de diferentes elementos como ventanas, aislamiento, marcos de madera, etc.. Juntos, contribuyen a la configuración de todo el sistema de fachada, y ésta, a su vez, afecta a las propiedades del edificio, por ejemplo, al examinar las características térmicas o acústicas. Con esto quiero decir que al igual que cada uno de los elementos del edificio contribuyen a sus propiedades, de la misma forma lo hace en los impactos ambientales. Éstas son las dos cosas a tener en cuenta.
Suena bastante complejo… ¿Cómo utilizas el LCA entonces?
Bueno, podríamos decir que es más complejo que comparar manzanas con manzanas. Para cada etapa del Ciclo de Vida, ACV utiliza una selección de parámetros para cuantificar el impacto medioambiental. En la Norma Europea EN 15804 hay 24 parámetros que van desde el potencial de calentamiento global (GWP), pasando por el uso de la energía, la eliminación de desechos, reciclaje, hasta el consumo de agua, entre muchos otros.
Si tomas un producto con una aplicación concreta, puedes resumir estos parámetros en una Declaración Ambiental de Producto o DAP. Utilizando la DAP, puedes investigar los resultados de todas las etapas de ciclo de vida para cada parámetro en particular, y también comparar los productos con una funcionalidad equivalente, así como entender dónde mejorar, por ejemplo, el proceso de fabricación.
¿Decías que el principio de ACV sería aplicable a los edificios también?
Sí. Se aplicaría el mismo principio e incluso tiene su propia norma, la EN 15978. Se ve en todas las etapas del ciclo de vida: diseño, construcción, instalación, uso y final de su vida útil. La etapa de uso (que tiene en cuanto aspectos como el uso de energía, el consumo de agua y la generación de residuos, etc..) es una etapa muy importante, y esta es la razón por la que la mejora del rendimiento energético del edificio sigue siendo la prioridad número uno, pero también vemos que cada vez más, la fase de construcción juega un papel más importante. Y aquí es donde una DAP de construcción puede ayudar a hacer una mejor elección, siendo consecuentes con el medio ambiente. Esto demuestra por qué el ACV debe ser la columna vertebral de los futuros edificios verdes y por qué la UE debe invertir en la legislación sobre la base de un enfoque de cara al ACV.
En Knauf Insulation, creemos que las cuestiones de rendimiento energético y ACV son el método adecuado para evaluar el comportamiento medioambiental real de los edificios.
Si el ACV es claramente tan importante, ¿por qué no estamos allí todavía?
Para empezar, la industria de la construcción se ha centrado principalmente en el consumo total de energía: la energía consumida para la calefacción y la refrigeración durante la fase de uso del edificio. Hoy en día, con la evolución hacia edificios de energía casi nula o NZEB, también tenemos que tener en cuenta la energía necesaria para crear los productos de construcción. Aquí es donde todavía podemos marcar una gran diferencia.
A medida que mejoramos al limitar la energía utilizada en la fase de uso, el reto de hacer frente a la energía necesaria para crear el edificio se vuelve aún más relevante. Como ejemplo, decir que el impacto relativo de los materiales de construcción utilizado representa sólo el 8% del consumo total de energía en un ciclo de 50 años de vida de un edificio determinado. En el futuro, el valor relativo para el mismo edificio (pero NZEB) será mucho mayor, hasta casi el 50%.
La nueva legislación, como la Directiva de propiedades energéticas de los edificios de la UE (EPBD II), también jugará un papel en reducir significativamente el impacto ambiental durante la fase de uso. En 2020, los edificios de nueva construcción serán NZEB, y el impacto ambiental relativo de los materiales utilizados para construir el edificio se convertirá en mucho más importante. Está claro que ahora es el momento de trabajar sobre el impacto de los materiales de construcción y aquí es donde nuestro trabajo con el ACV entra en juego.
El mensaje es claro: no sólo es el momento de ahorrar energía, sino que también es tiempo para entender mejor y fomentar los sistemas de construcción con un menor impacto ambiental. Y aquí, el enfoque ACV es la dirección correcta.