Entrevista a Javier de Antón, fundador de CSO Arquitectura
«El estándar Passivhaus es un certificado de buena construcción.”
Autor de la primera residencia de ancianos Passivhaus en nuestro país, uno de los últimos proyectos de Javier de Antón, fundador del estudio CSO Arquitectura, es una espectacular vivienda Passivhaus industrializada, en la madrileña localidad de Boadilla del Monte. Charlamos con este reconocido arquitecto, referente de la arquitectura con el estándar Passivhaus en nuestro país.
¿Cuáles son las características de este proyecto por las que siente más orgullo?
De inicio, el cliente no nos demandó que la vivienda fuese una casa pasiva. Y es que, el propietario, que tiene una empresa de construcción industrializada en metal, y estaba abierto a la innovación, nos facilitó plantearle la cuestión de la eficiencia energética y del certificado Passivhaus. Se lo explicamos en detalle y le gustó, por ser un certificado de buena construcción.
Desde el punto de vista energético, ¿qué diferencia a esta vivienda de otras casas pasivas?
Se trata de una vivienda de casi 600 m2, industrializada, en la que se ha levantado la estructura en tan solo cuatro días. La mayor diferencia de este proyecto respecto a otras casas pasivas es su propio diseño. Se trata de un diseño moderno con grandes vuelos, que reduce la compacidad de la propia vivienda, haciendo que exista más superficie de envolvente, lo que nos lleva a tener un mayor cuidado en la ejecución de la casa.
Hemos pretendido, además, que la huella ecológica de la vivienda sea la menor posible tanto una vez finalizada, como durante la construcción. Es por ello que se ha utilizado un sistema industrializado de estructura metálica, materiales reciclados como la lana mineral de Knauf Insulation, placas de yeso reciclables, etc.
¿Por qué se decidieron incluir en el proyecto la fachada ligera Passivhaus unifamiliar de Knauf Insulation? ¿Qué le aporta a la construcción en general?
Como hemos comentado anteriormente, el cliente tiene una empresa de construcción industrializada en metal, y pretendimos que toda la construcción se realizara con junta seca, es decir, sin utilizar ni un solo ladrillo en la obra. Es por ello decidimos apostar por el sistema de fachada Aquapanel Passivhaus de Knauf, con el que se conseguía un alto aislamiento térmico en fachadas (25 cm), así como una ausencia total de puentes térmicos y una gran hermeticidad al paso del aire, puntos indispensables para la buena ejecución de una vivienda pasiva.
Gracias a este sistema, sobre el que se montó una fachada ventilada cerámica, se permite agilizar tiempos respecto otras soluciones, así como asegurarse de una buena ejecución de la envolvente térmica de la vivienda. Además, el sistema de Knauf Insulation nos ha permitido reducir un 38% el espesor de la fachada frente a un sistema tradicional con el mismo aislamiento, ganando superficie habitable para los usuarios de la vivienda.
Como arquitecto autor de la primera residencia de ancianos Passivhaus en España, aunque este inmueble de Boadilla del Monte sea de distinta tipología, ¿existe alguna influencia en cuanto a estrategias que se hayan puesto en marcha para mejorar su eficiencia energética?
El diseño y la sostenibilidad son los dos principales ejes sobre los que se enfoca cada uno de nuestros proyectos, independientemente de su escala o tipología.
Durante los más de 20 años de experiencia con los que contamos en nuestro estudio, siempre hemos apostado por la sostenibilidad y por incorporar estrategias pasivas en todos nuestros proyectos.
Para nosotros, el estándar Passivhaus significa un certificado de buena construcción que ofrecemos a nuestros clientes. Este certificado promueve la utilización de las estrategias pasivas sobre las activas gracias a sus 5 principios básicos:
1 – Sobreaislamiento térmico.
2- Carpinterías exteriores de altas prestaciones.
3- Ausencia de puentes térmicos.
4- Hermeticidad al aire.
5- Ventilación mecánica con recuperación de calor.
Gracias a ello, se reduce el consumo energético del orden del 80% sobre las construcciones tradicionales, consiguiendo una demanda energética muy baja que se puede suplir de forma sencilla con sistemas activos, como son las placas solares fotovoltaicas o los sistemas de climatización (aerotermia o geotermia).
La Residencia de Ancianos Passivhaus de Camarzana de Tera (Zamora) se concibió como una máquina energética, un edificio pasivo, donde el consumo es cero y produce más energía de la que consume, derivando la energía sobrante al edificio anexo. Esta demanda tan baja se consigue mediante las siguientes estrategias pasivas:
- Sobreaislamiento en fachada, solera y cubierta.
- Cubierta ajardinada extensiva.
- Carpinterías de madera con vidrio triple.
- Ventilación natural.
- Captación de agua de lluvia para riego.
- Control solar mediante porches en todas las estancias.
- Invernadero en la zona del comedor que atempera el aire existente en invierno (Aprovechando la cristalera a norte), mientras que en verano permite una ventilación cruzada.
- Orientación sur en todas las estancias.
Debido a todas estas estrategias pasivas, se consigue una demanda energética baja que se suple con las siguientes estrategias activas:
- 18 kW de placas solares fotovoltaicas en la cubierta.
- 20 paneles solares térmicos para apoyo en la generación de ACS
- Ventilación mecánica con recuperación de calor del 92% de eficiencia.
- Climatización mediante aerotermia para suelo radiante-refrescante y generación de ACS.
Todas las estrategias aprendidas y utilizadas en el proyecto de la residencia de ancianos, han tenido influencia en el proyecto de la casa de Boadilla del Monte.
¿Qué soluciones o estrategias concretas tiene la vivienda de Boadilla del Monte?
La vivienda cuenta con las siguientes estrategias pasivas:
- Sobreaislamiento en fachada, solera y cubierta
- Cubierta ajardinada extensiva con plantas crasas.
- Carpinterías metálicas con vidrio triple
- Ventilación natural con patios ingleses.
- Control solar mediante porches en todas las estancias excepto en el despacho, que se dispone de una persiana de lamas graduables al exterior.
- Orientación sur en todas las estancias.
Además, en cuanto a estrategias activas se han dispuesto:
- 4 kW de placas solares fotovoltaicas en la cubierta.
- Ventilación mecánica con recuperación de calor del 92% de eficiencia.
- Climatización y generación de ACS mediante aerotermia.
Uno de los aspectos fundamentales para la realización de esta vivienda pasiva, y de la que ha tenido influencia la Residencia de Ancianos Passivhaus, es la situación y orientación de la vivienda en la parcela. La vivienda se orienta por completo a sur, enterrando parte de la casa en planta baja, aprovechando los beneficios térmicos de situar parte de las estancias de forma enterrada. Además, y gracias a orientar todas las estancias a sur, permite un control solar perfecto, con la entrada de sol en invierno, y evitándola en verano.
¿Qué rendimiento energético pretende conseguir en esta casa?
Este pasado mes de enero, hemos vivido el invierno más gélido de los últimos 50 años, con una gran nevada y temperaturas de -12 grados. La factura de calefacción de esta vivienda, de unos 600 m2 de superficie construida, ha sido solo de 80 euros. En una vivienda construida sin estos estándares, la factura podría haber alcanzado los 800 o 1.000 euros. Además, la vivienda dispone de 4 kWh de producción fotovoltaica, la cual permite ahorros del 60% de la factura de la luz. En definitiva, se trata de unir múltiples factores para ofrecer el mayor rendimiento energético. Por un lado, hacer que la demanda energética sea la menor posible, con las múltiples estrategias pasivas que hemos explicado anteriormente, y por otro, que la producción de energías activas sea la más eficiente como hemos explicado, con el aporte sostenible y gratuito de la energía solar fotovoltaica instalada.
¿Qué es lo que más les ha gustado de esta singular casa a sus propietarios?
Los propietarios llevan cinco meses viviendo en la vivienda. Una casa pasiva, y en concreto esta, además del ahorro energético, lo que más impacta tanto a los propietarios como a aquellos que visitan la vivienda es la sensación tan diferente cuando entras en ella.
En primer lugar, es el silencio en su interior. Gracias a la gran cantidad de aislamiento, la hermeticidad, y las carpinterías con triple vidrio, no se escucha nada del exterior, otorgando un gran confort acústico a los usuarios.
Otro aspecto que nos comentan es la calidad del aire interior. Gracias a la ventilación mecánica con recuperación de calor, el aire se renueva las 24 horas del día con lo que se evitan los malos olores en el interior de la vivienda, la humedad, etc. Además, y debido a los filtros y la pureza del aire, se evitan alergias para los usuarios, así como un mayor cuidado para evitar la COVID-19.
¿Cree que el sector está preparado para que las casas pasivas cobren protagonismo en los próximos años o queda todavía mucho camino por recorrer?
Por el momento, es poco frecuente la construcción de viviendas pasivas en España. Una de las posibles razones es que sea un poco más caro que la construcción convencional. En la casa de Boadilla del Monte, el coste ha sido un 10% mayor por ser Passivhaus, pero la amortización de esta vivienda está calculada en 4 o 5 años. Sin embargo, existe una progresión, y en nuestro caso, por ejemplo, todos nuestros clientes nos solicitan viviendas y edificios pasivos. Además, desde las diferentes administraciones, se debería fomentar la construcción de viviendas y edificios pasivos, otorgando subvenciones a los promotores que compensen este sobrecoste.
Por lo que se refiere a los materiales, cada vez existen mejores aislamientos, mejores carpinterías y mejores sistemas que facilitan la ejecución de este tipo de viviendas, como los de Knauf Insulation, que cuentan con el certificado del Passivhaus Institute.