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La casa del Futuro según especialistas en el sector de la construcción

Posted on Oct 9, 2019 in ARTÍCULOS FIRMADOS, CASOS REALES, SALUD, SOSTENIBILIDAD |

Knauf Insulation Iberia

Aislamiento y Sostenibilidad

Challenge. Create. Care

Vivimos en unos años de cambiante situación económica, social y ambiental y hoy queremos ver cómo se relacionan estos cambios en nuestras viviendas.

Hemos tenido la oportunidad de hablar con algunas personas referentes en el sector de la construcción. Veréis que cada una tiene una visión diferente según su experiencia, es interesante conocer cómo piensan, imaginan o ven la casa del futuro. ¿Comparten imaginario? Veremos que quizás no en todos los aspectos, que cada persona visualiza un futuro diferente pero que en muchos casos ya podemos venir de diferentes experiencias, que seguimos compartiendo un punto en común, la sostenibilidad.

Jordi Martí , arquitecto técnico experto en gestión energética en los edificios, Jaume Coscollar, arquitecto socio trabajador de la cooperativa ElRisell especialista en patrimonio, Jordi Marrot  responsable del departamento de rehabilitación y medioambiente del CAATEEB y Belén Sánchez arquitecta de la cooperativa SOCAIRE, han sido las personas expertas que nos explicarán su visión crítica y propositiva sobre la casa del futuro.

Es una realidad que a día de hoy tenemos un parque de viviendas en un estado de conservación susceptible de mucha mejora ya que se encuentran en un estado de degradamiento importante y con destacables deficiencias en el aislamiento térmico. Según los censos del Ministerio de Fomento, alrededor de 14.7 millones de viviendas deberían ser rehabilitadas integralmente para poder actualizarse a las exigencias legislativas del CTE, nos expone Belén

¿Y sabiendo esto, cuál es el siguiente paso?

Jaume es de la opinión de que debemos centrarnos en el estudio de la arquitectura anónima, aquella arquitectura en la que vivimos las personas a la vez que «debemos centrarnos en proyectar y construir con los recursos que tenemos para ofrecer un confort térmico, lumínico y bienestar en nuestro hogar. Aquí es cuando conectamos la sostenibilidad ambiental con la sostenibilidad social.» y en la misma línea Marrot y Martí apuestan por la necesidad de actuar en orden «Lo ideal es empezar por reducir la demanda energética aislando mejor los edificios y mejorando los hábitos de uso. No son iguales las instalaciones de climatización de un edificio con poca demanda que las de uno con mucha demanda, por eso es necesario seguir un orden. Probablemente las primeras actuaciones no son de ámbito técnico sino político. Belén apuesta directamente por una legislación que aborde la problemática.

«Actualmente no se exige nada a los propietarios y se condena a los inquilinos a vivir en casas horno en verano y casas nevera en invierno, con su gran impacto, como es lógico, en la no-mitigación del cambio climático.»

Tendiendo una aproximación de la radiografía actual, es evidente la necesidad de mejorar el confort térmico y acústico de nuestras viviendas.

¿En qué fases del proyecto es necesario incorporar este criterio, para obtener nuestro propósito de «vivienda confortable»?

«La forma más sencilla de conseguir un buen confort es contemplar este factor desde la fase de proyecto.» Afirman de manera unánime los entrevistados, entendiendo la fase de proyecto en obra nueva y en rehabilitación. Marrot matiza que «las estrategias de mejora se tienen que centrar en la intervención en la ciudad construida, a través de la rehabilitación, renovación y regeneración urbana, así como en acciones centradas en los usuarios si se quiere obtener unos amplios resultados.» Se manifiesta la necesidad de empoderar a las personas usuarias en cómo usar su hogar, y así garantizar el confort y el gasto energético. El futuro ideal desde la óptica del Risell es claro «Nuestro trabajo se debería centrar no tanto en conseguir estos objetivos de confort final por el cumplimiento de las normativas si no que fuera una demanda cultural, un derecho.»

Si pensamos en un futuro en muchas mentes aparecen robots y domotización. ¿Acabará por ser una realidad? ¿Crees que una opción de mejora en la eficiencia y en el confort de nuestras viviendas podría pasar por la incorporación de mejoras tecnológicas cómo puede ser la domótica?

Marrot visualiza este futuro, entiende la domótica como una vía para «controlar y optimizar el funcionamiento de los edificios” para la mejora de su eficiencia. «Los edificios han de dejar de ser estáticos y adaptarse al dinamismo del entorno en el que se encuentran y para ello necesitan incorporar la sensorización con la que obtener datos y gestionar esta información». A diferencia de Martí y Jaume que nos exponen sus dudas de la implicación de la domótica en la eficiencia energética de las viviendas. «En determinados proyectos puede ser todo un acierto incorporar la domótica como aspecto clave de confort y ahorro, pero en muchos casos es un complemento que se puede compensar buscando la implicación del usuario» En la misma línea Socaire matiza que «La domótica es una apuesta muy interesante para “optimizar” el uso de cualquier aparato/sistema en una vivienda/edificio, pero vemos muy lejos la implementación de estas tecnologías en grandes capas de la sociedad. Soñando la casa del futuro, sería maravilloso que todas las personas tuvieran acceso a ellas.»

«La actividad del sector de la construcción tiene una incidencia muy significativa en el impacto ambiental negativo que nuestra civilización causa en nuestro planeta. Prácticamente participa en todos los impactos ambientales conocidos ya que las actividades que hay detrás de la construcción se extienden a una gran cantidad de ámbitos. Una gran parte de ellos se desarrolla en el consumo de recursos y en la fabricación de productos. Otra se manifiesta en la construcción de los edificios, generando incomodidades y emisiones de todo tipo y, una buena parte en su uso, con unos niveles muy elevados de consumo energético, agua y en la generación de emisiones», expone Marrot.

Y delante de este escenario el objetivo de la casa del futuro debería contemplar la evaluación y estudio de estos impactos ¿Qué aspectos crees que deberíamos tener en cuenta para la reducción de impactos ambientales, la mejora de la calidad del aire interior y asegurar la salud de las personas que viven en su interior?

Claramente es necesario conocer y evaluar el ACV de los materiales utilizados en la construcción, Martí evidencia un futuro dónde la economía circular tiene un importante peso, «con lo que aparecen conceptos como el pasaporte de materiales que obligarán a las empresas a ofrecer información mucho más detallada de la composición de sus productos y dónde las declaraciones ambientales de producto serán más comunes a medida que los técnicos u otras empresas exijan más información sobre la composición y los impactos de los productos de construcción» Marrot concluye «si actuamos con una visión sostenibilista hay que tener el punto de vista metido en el impuso de la información ambiental de los productos para poder ayudar a tomar decisiones e ir marcando un camino que entre todos vamos a confeccionar y donde todo está por escribir»

Belén matiza que «deberían ser decisiones estratégicas y legisladas para apostar por edificaciones que realmente apuesten por la “sostenibilidad” de la vida, la salud y el confort habitacional»

¿Vemos claramente la necesidad de conocer el origen y transformación del material, pero, y cuando la vivienda llega al final de su vida útil?

Jaume quiere incidir en la necesidad de tener presente « Dónde, cuándo y cómo acabará su vida útil. Esta última fase la olvidamos porque entendemos que nuestro trabajo es construir, hacer, ejecutar, pero nos olvidamos que tenemos la responsabilidad de construir hogares que después puedan ser desconstruidos o rehabilitados con el menor impacto posible.»

Y para acabar la reflexión de cómo será o debería ser nuestra casa del futuro os invitamos a reflexionar sobra las raíces etimológicas de la palabra «ecología» lo dice bien claro: Eco-proviene de la palabra griega οἶκος (oikos), que significa ‘casa’,  ‘vivienda’ y  Logia, deriva de la voz griega λóγος (logos), que se puede  traducir como ‘estudio’ o ‘tratado’, pero también como ‘ciencia’ o  ‘teoría’.

Así que, ecología es la ciencia que estudia el hogar, esta debe ser nuestra ciencia, nuestra teoría para proyectar, construir y deconstruir.